domingo, 9 de enero de 2011

Términos Tema 3: Agua, Suelos y Vegetación


Acuífero: Un acuífero es una capa de agua que se almacena bajo la superficie de la tierra. Para que esto ocurra debe de tener ciertas características. La fundamental es que la capa inferior sea impermeable. A esta capa se le llama muro y partir de aquí el agua se acumula. La altura que alcanza el agua se llama nivel freático. El agua de los acuíferos se renueva con los mismos mecanismos de alimentación que tienen los ríos. El hielo y la nieve no se infiltran en los acuíferos, hasta que no se derriten. Además, su renovación toma más tiempo en el llenado de ríos, lagos y pantanos, ya que la capacidad del suelo de absorber agua depende por un lado de su porosidad, y por otra del caudal de agua. De tal manera que si la cantidad de agua que circula por superficie es mayor que la capacidad del suelo para absorberla, por unidad de superficie y tiempo, el agua corre por la superficie sin infiltrarse en el acuífero, aunque no esté saturado. Es lo mismo que intentar llenar una botella de cuello estrecho con un chorro muy grueso. Si el agua que sale del chorro es mayor que la que puede entrar por el cuello de la botella el agua rebosará aunque la botella no esté llena.
Las condiciones de recarga de un acuífero se pueden modificar por diversas causas, hasta hacer descender el nivel freático. La más evidente es la sobreexplotación, es decir sacar del acuífero más agua de la que entra. Esta circunstancia es muy habitual, ya que a los acuíferos se recurre en épocas de sequía. El que las aguas desciendan por debajo del nivel normal puede significar que el acuífero se contamine, al concentrar más sales de las que normalmente contiene.
La extensión de los cultivos de regadío y la repoblación forestal también pueden modificar las condiciones de recarga, ya que las plantas acumulan y evaporan buena parte del agua que antes iba al acuífero, aunque hacen aumentar la humedad ambiental.
En general, las aguas de un acuífero pueden ser consumidas por el ser humano sin mayores riesgos, ya que al atravesar capas de rocas suelen dejar detrás los contaminantes. No obstante, los contaminantes que lleva en disolución se mantienen, por lo que un acuífero se puede contaminar con nitratos, sales, disolventes, pesticidas, pinturas, barnices, gasolina, etc. Los acuíferos cercanos a la costa pueden tener infiltraciones de agua marina. Un acuífero contaminado se mantiene en ese estado mucho más tiempo que las aguas superficiales, ya que esta circula más lentamente por su interior, y algunos contaminantes quedan adheridos a las rocas, con lo que contamina el agua que se renueva.
Balance hídrico: Es el equilibrio entre todos los recursos hídricos que ingresan al sistema y los que salen del mismo, en un intervalo de tiempo determinado.
Biocenosis: Se llama biocenosis al conjunto de animales, vegetales, y microorganismos que viven en una determinada área, y a las relaciones que se establecen entre ellos: dependencia, alimentación o desarrollo. Cada biocenosis tiene un carácter peculiar que distingue a las grandes biocenosis terrestres, capaces de identificar un paisaje.
Bosque caducifolio: El bosque caducifolio es la biocenosis propia del clima marítimo de la costa oeste. Predominan las especies que pierden la hoja en otoño e invierno. Se encuentra en Europa entre los 35º y los 60º de latitud, y en las costas occidentales de los continentes. Tiene un régimen térmico moderado, con temperaturas medias mensuales siempre por encima de los 0 ºC, y un régimen pluviométrico abundante y bien distribuido a lo largo del año, en el que o no hay aridez en ningún mes, o la reserva de agua no se agota nunca, con lo que la humedad para las plantas está garantizada. De hecho, las plantas tienen que hacer frente al fenómeno contrario: un exceso de agua que el suelo ya no es capaz de absorber y llega a encharcar las zonas bajas. Presenta cuatro estaciones bien definidas: primavera, verano, otoño y invierno, con una actividad biológica diferenciada en cada una de ellas.
En el bosque caducifolio los suelos característicos son de tipo pardo y con humus mull o moder. En las pendientes aparecen suelos ránker y rendzina.
Las especies dominantes son de tipo leñoso y caducifolias, como el roble y el haya.
El sotobosque es abundante. La pérdida de hojas de los árboles durante el invierno permite que, a comienzos de la primavera, los rayos del sol entren con facilidad hasta el suelo, lo que favorece el crecimiento de especies como los avellanos, los majuelos, los rosales y los cornejos, que necesitan de mucha luz. No faltan las especies perennifolias como el tejo, el acebo y el boj; además de helechos, musgos y líquenes.
El roble es la especie dominante en las zonas más cálidas. Suele ocupar las grandes llanuras y el piso basal de las montañas. Cuando no forma bosque aparece la landa, cubierta de gramíneas y especies secundarias como el brezo y la retama. Esta es una zona muy humanizada, por lo que la degradación del bosque puede venir de la mano humana, aunque en zonas de transición con el clima mediterráneo puede tener causas naturales.
El haya es la especie dominante en las zonas más húmedas, ya que necesita de una mayor humedad atmosférica para su desarrollo. Predomina en las llanuras húmedas y en el piso montano. El haya tiene un follaje muy denso y deja pasar muy poca luz hasta el suelo, por lo que su sotobosque es más pobre; compuesto predominantemente de helechos.
En las riberas de los ríos aparecen especies especializadas de estos suelos, muy húmedos y pobres en nutrientes debido al continuo arrastre de los nutrientes que provoca el agua. Son especies de porte arborescente como el fresno, el tilo, el olmo y el arce. Sin dejar de ser un bosque caducifolio, presenta un tipo de bosque propio y diferenciado del bosque de roble o haya circundante.
Encontramos el bosque caducifolio puro solamente en Europa; vertiente norte de la Cordillera Cantábrica, Pirineos, Irlanda, Reino Unido, y la mayor parte de Francia, Alemania, Dinamarca y demás países del centro de Europa. 
Bosque de ribera: Los bosques de ribera o sotos son bosques caducifolios que crecen a ambos lados de los cursos fluviales sobre suelos que, a partir de una cierta profundidad, suelen estar empapados de agua proveniente del río o arroyo vecino (agua freática). Los bosques de ribera son los más productivos entre los bosques del área mediterránea y submediterránea porque raramente escasea en ellos el agua, el principal factor limitante del crecimiento de la vegetación en estas áreas. Si a este hecho añadimos la riqueza en nutrientes minerales que suele caracterizar los suelos formados a partir de sedimentos traídos por las aguas fluviales (aluviones), no es de extrañar que las alamedas, los bosques que corresponden a la mayor parte de las riberas con suelos profundos de los ríos, puedan superar fácilmente los 20 metros de altura. La vegetación de los bosques de ribera está adaptada a las inundaciones periódicas que eventualmente pueden tumbar o arrancar árboles y arbustos. El ámbito del bosque de ribera, a causa de su fertilidad, ha sido muy explotado por el hombre desde tiempos inmemoriales; por lo que es difícil encontrar fragmentos de bosque suficientemente maduros como para considerarlos representativos de la vegetación potencial. De hecho, en los dominios del bosque de ribera es frecuente encontrar árboles foráneos plantados por el hombre con propósito maderero.
Bosque mediterráneo: El bosque mediterráneo es la biocenosis propia del clima mediterráneo. Así pues, se sitúa en la fachada occidental de los continentes, hacia los 30º y los 40º de latitud tanto norte como sur.
La vegetación del bosque mediterráneo debe hacer frente a los tres o cinco meses de aridez, en los que las temperaturas son tan altas que se agota la reserva de agua. Es pues, una vegetación xerófila adaptada a largas sequías. El suelo dominante es el rojo mediterráneo y el pardo, y en las zonas calizas la terra rossa.
La especie dominante es la encina, que ocupa las llanuras y el piso basal de las montañas. El sotobosque característico es de tipo leñoso, espinoso y aromático, con especies perennifolias como el lentisco y el aladierno. Aparecen especies como la sabina, el madroño, el romero, el tomillo, las jaras, etc.
En las zonas más húmedas y frías, y en el piso montano, el roble sustituye a la encina como especie dominante. En zonas más húmedas pero cálidas es el alcornoque el árbol que sustituye a la encina. En las zonas de transición con otras biocenosis pueden aparecer especies caducifolias en el piso arbustivo, y formar un bosque mixto.
En los países de clima mediterráneo, además del bosque típico, tiene gran importancia el bosque galería. Se llama bosque galería a aquel que se desarrolla en las riveras de los ríos y al rededor de lagos y lagunas, aprovechando la mayor presencia de agua, y en general, un clima más benigno. En él predominan especies caducifolias como el álamo, el chopo o el olmo; y el eucalipto en Australia. El bosque galería suele tener un límite muy marcado con otro tipo de bosque, ya que se limita estrictamente a las zonas más húmedas.
Los países de clima mediterráneo, especialmente en Europa, han estado poblados desde muy antiguo, por lo que el hombre ha modificado la biocenosis de manera muy importante. Bien sea por causas humanas, bien por causas naturales el bosque mediterráneo puede estar degradado. Dependiendo de la importancia de la degradación se llama garriga, cuando la especie dominante es la coscoja, maquia y estepa mediterránea. En California el bosque mediterráneo está mezclado con las especies suculentas propias del continente americano, su degradación se llama chaparral.
En la península ibérica existe un tipo de aclarado del bosque mediterráneo de origen humano llamado dehesa. La dehesa es un medio de explotación del bosque en el que el buen estado de la naturaleza es esencial para la producción. De esta manera se cuida el bosque para que produzca todos sus frutos quitando de él aquello que no permite su completo desarrollo, y dificulta su explotación.
Bosque perennifolio: está formado por especies arbóreas de hoja perenne, es decir, que no pierden sus hojas en ninguna época del año. Ejemplo de especies perennifolias son las encinas, (quercus illex), los alcornoques y los pinos.
Caudal absoluto: El caudal absoluto es la cantidad de agua total medida en metros cúbicos evacuada por un río a lo largo de un período de tiempo, que suele ser de un segundo (m3/seg.). El caudal relativo es la relación entre el caudal medio anual y los Km2 de cuenca (l/seg/km2). La caudalosidad suele ser mayor en la desembocadura del río, siempre que no se produzcan filtraciones o que la evaporación haya disminuido su caudal. El caudal varía también según la estación del año, los ríos del Levante mediterráneo son los que mayor variación tienen de caudal; el río más caudaloso de España es el Duero que evacua 620 metros cúbicos por segundo.
Caudal relativo: es el que resulta de relacionar el caudal absoluto con la superficie de la cuenca de la que procede el agua y se expresa en litros/segundo/ km².
Crecida: La avenida o crecida es el rápido aumento del nivel de agua que desciende por un curso fluvial. Aunque el término "crecida" significa el momento de máximo caudal, normalmente se considera como crecida cuando produce efectos catastróficos. Se producen por la variación en la pluviosidad, la mayor parte de las crecidas que han tenido efectos negativos se han visto asociadas al fenómeno de gota fría.
Cuenca Fluvial: o Cuenca hidrográfica: espacio geográfico o área en la que las aguas de la escorrentía convergen en un colector principal, que es un río, lago o mar. Ejemplos: cuenca del Ebro, cuenca del Guadalquivir, cuenca del Guadiana,…
Embalse: Gran depósito artificial de agua construido generalmente cerrando la boca de un valle mediante un dique o una presa que retiene las aguas de un río o de la lluvia; sirve para el regadío, el abastecimiento de agua o la producción de energía eléctrica.
Endemismo: un endemismo es un elemento natural, bien sea florístico o faunístico, de un determinado lugar, área o región biogeográfica, exclusivo de ese territorio y que no se encuentra en ningún otro lugar del mundo, aunque está emparentado con otros elementos próximos en su clasificación.
Estiaje: Se denomina así a la disminución de los caudales de los cursos fluviales durante las épocas secas debido a la escasez de precipitaciones. También se denomina así al nivel medio más bajo o caudal mínimo de un río u otra corriente al que se da el valor cero y constituye el punto de partida para medir la altura de las aguas. Casi todos los ríos mediterráneos sufren un fuerte estiaje en verano por ello algunos de estos ríos son auténticas ramblas que tienen totalmente secos los cauces durante gran parte del año, a veces durante varios años hasta que una fuerte precipitación aporta algo de caudal.
Formación vegetal: una formación vegetal designa una clasificación de especies vegetales caracterizada por una determinada fisonomía que, a su vez, determina un paisaje característico. Esta fisonomía, llamada vegetación, permite hacer una descripción general a una escala muy amplia, que depende de las especies que componen la formación vegetal del medio en donde se desarrollan. Éstos pueden ser, por ejemplo: el bosque, los manglares, la estepa, las landas, etc. Se pueden precisar, en el conjunto de estas grandes categorías, las formaciones vegetales más concretas teniendo en cuenta los sistemas ecológicos que las caracterizan (bosques, estepas, etc.).
Garriga: La garriga es una formación vegetal xerofítica, baja y discontinua, formada fundamentalmente por arbustos como el romero, torvisco, coscoja, jara, etc., y en donde una buena parte del suelo permanece desnudo (se distinguen grandes espacios abiertos). Se extiende por amplios sectores secos mediterráneos de suelos pobres calizos. Estos suelos estaban ocupados por una formación primaria de pinos y encinas, y ha sido colonizado secundariamente por la garriga tras la destrucción de aquélla a manos del hombre.
Humedal: Ecosistema que presenta superficies cubiertas de agua, permanentes o temporales, dulces o saladas: en los humedales de nuestra geografía se concentra gran cantidad de aves acuáticas y migratorias durante el invierno. El término humedal es el que se usa para hacer referencia a un tipo específico de ecosistema que se caracteriza por contar con territorios fangosos o no del todo firmes debido a una alta proporción de agua. Los humedales pueden variar en términos de tamaño, de vegetación o de fauna pero siempre son ecosistemas con una alta humedad debido a la presencia de agua, así como también con climas más bien calurosos y húmedos. En la Península encontramos los más característicos en zonas costeras de formación tardía (cuaternario) Albufera de valencia, Marismas de Huelva, Doñana, las tablas de Daimiel o las lagunas de Villafáfila, por ejemplo. 
Humus: Capa superior del suelo de un terreno constituida por tierra, sustancias inorgánicas y materia orgánica de origen animal y vegetal: los componentes orgánicos que forman el humus son muy importantes para la estabilidad y la fertilidad del suelo. Se dan en suelos muy evolucionados donde hay una importante cobertera vegetal, su importancia radica en la fertilidad y la fijación de la cobertera vegetal que evita la desertificación.
Lago: Los lagos son capas de agua más o menos profundas y extensas situadas en el interior de los continentes. En las regiones de alta montaña como el Pirineo existen numerosos lagos de pequeñas dimensiones (su diámetro es sólo de unas decenas de metros), son los ibones o lagos de origen glaciar.
Lago endógeno: Aquel lago originado por fuerzas o fenómenos geológicos que tienen su origen en el interior de la Tierra, provocando el hundimiento de grandes áreas, en las que se ha acumulado el agua.
Lago exógeno: Aquel lago originado por fuerzas o fenómenos exteriores a las superficie terrestre, como son la erosión del agua, del viento, del hielo, etc.
Landa: Gran extensión de tierra llana en que solo se crían plantas silvestres de pequeño porte. Es propio de climas fríos o continentalizados extremos donde son característicos fríos inviernos.
Laurisilva: la laurisilva se desarrolla desde los 500 hasta los 1.200 metros en las vertientes septentrionales y orientales de las islas Canarias. Se trata de un bosque ombrófilo, que se hace posible gracias a las condiciones hídricas que proporciona el mar de nubes y la lluvia horizontal. Encontramos este piso en Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro. En la actualidad no existe en Gran Canaria debido a la presión antrópica, quedando tan sólo algún reducto. En Tenerife el más importante es el bosque de lauráceas de Güímar. Los bosques de laurisilva más destacados son en de Garajonay en La Gomera, y el de Los Tilos en La Palma. Las especies que encontramos son muchas, aunque el laurel es la más importante. Mezclándose con la laurisilva aparece el brezo y la faya, que es una forma de transición entre este piso y el del pinar. Se considera que el brezo y la faya aparecen como especies dominantes tras la degradación del bosque de laurisilva.
Maquis: El maquis es una formación vegetal de tipo arbustivo, muy densa, que ocupa amplios sectores mediterráneos de suelos silícicos. Se trata de un sotobosque de hasta 3 metros de altura, tupido de brezos, madroños, jaras y lentiscos, en la que se distinguen algunos pinos y encinas emergiendo aisladamente. Al igual que sucede con la garriga, es una formación secundaria que se extendió a raíz de la destrucción a manos del hombre, de los pinos y encinas que poblaban el bosque primariamente.
Nivel Freático: La altura que alcanza el agua se llama nivel freático. El nivel freático puede encontrarse a diferentes profundidades, incluso en un mismo lugar, dependiendo de las características geológicas, la presión atmosférica y la meteorología. Puede ir desde unos centímetros hasta muchos metros por debajo de la superficie. El nivel freático no es horizontal sino que tiene una pendiente desde el nivel superior al inferior. La zona que se encuentra por encima y que no está saturada de agua se llama zona vadosa. En ella la circulación del agua es descendente por gravedad, ya que el movimiento principal es la infiltración.
Programa AGUA: El Programa A.G.U.A. (Actuaciones para la Gestión y la Utilización del Agua). Surge para resolver gradualmente las carencias en la gestión, en la disponibilidad y en la calidad del agua, presentes en toda España, en particular en las cuencas mediterráneas. Se reforman las Confederaciones Hidrográficas, incorporando a las Comunidades Autónomas al proceso de toma de decisiones y de control público del uso del agua y de su calidad. En cada cuenca hidrográfica se crea un Banco Público del Agua con criterios de eficiencia y sostenibilidad. Se establecen tarifas del agua acordes con los costes reales de obtención y de tratamiento del agua, moduladas en función del beneficio económico generado por la utilización del agua, según lo exige la normativa europea. Se acometen las actuaciones de mejora de la gestión y del suministro de agua de calidad, acordes con las necesidades existentes y, en particular, las dirigidas a: Optimización de las infraestructuras de almacenamiento y distribución existentes (tanto de regadío como de abastecimiento urbano). Depuración y reutilización. Desalación.
Rambla: Es un cauce generalmente seco, por donde ocasionalmente discurre una corriente fluvial. Las ramblas aparecen en los ríos que tienen un régimen torrencial, ya que la mayor parte del año no tienen caudal. En algunos casos la ausencia de caudal puede llegar a varios años. Los ríos almerienses son, en su mayoría, ramblas, como sucede también en gran parte de la vertiente mediterránea, donde se pueden destacar las ramblas de Cervera y Benipila.
Régimen fluvial: es el comportamiento del caudal medio de un río a lo largo del año, es decir, el modo habitual de fluencia de sus aguas. Se estudia a partir de los datos de caudal y, sobre todo, a partir del coeficiente (k), que resulta de relacionar el caudal medio anual o módulo con los caudales medios mensuales.
Río: corriente de agua continua que posee un caudal que rara vez es igual durante todo el año. Desemboca en un mar, lago y otro río.
Suelo: los suelos se forman por la combinación de cinco factores interactivos: material parental, clima, topografía. Organismos vivos y tiempo.
Los suelos constan de cuatro grandes componentes: materia mineral, materia orgánica, agua y aire; la composición volumétrica aproximada es de 45, 5, 25 y 25%, respectivamente.
Los constituyentes minerales (inorgánicos) de los suelos normalmente están compuestos de pequeños fragmentos de roca y minerales de varias clases. Las cuatro clases más importantes de partículas inorgánicas son: grava, arena, limo y arcilla.
La materia orgánica del suelo representa la acumulación de las plantas destruidas y resintetizadas parcialmente y de los residuos animales. La materia orgánica del suelo se divide en dos grandes grupos:
  1. Los tejidos originales y sus equivalentes más o menos descompuestos.
  2. El humus, que es considerado como el producto final de descomposición de la materia orgánica.
Para darse una idea general de la importancia que tiene el agua para el suelo es necesario resaltar los conceptos:
  1. El agua es retenida dentro de los poros con grados variables de intensidad, según la cantidad de agua presente.
  2. Junto con sus sales disueltas el agua del suelo forma la llamada solución del suelo; ésta es esencial para abastecer de nutrimentos a las plantas que en él se desarrollan.
El aire del suelo no es continuo y está localizado en los poros separados por los sólidos. Este aire tiene generalmente una humedad más alta que la de la atmósfera. Cuando es óptima, su humedad relativa está próxima a 100%. El contenido de anhídrido carbónico es por lo general más alto y el del oxígeno más bajo que los hallados en la atmósfera.
La arcilla y el humus son el asiento de la actividad del suelo; estos dos constituyentes existen en el llamado estado coloidal. Las propiedades químicas y físicas de los suelos son controladas, en gran parte, por la arcilla y el humus, las que actúan como centros de actividad a cuyo alrededor ocurren reacciones químicas y cambios nutritivos.
Perfil del suelo.
Un perfil de suelo es la exposición vertical, de horizontes o capas horizontales, de una porción superficial de la corteza terrestre. Los perfiles de los suelos difieren ampliamente de región a región, en general los suelos tienen de tres a cinco horizontes y se clasifican en horizontes orgánicos (designados con la letra O) y horizontes minerales (con las letras A, B, C).
Problemas de contaminación del suelo:
El daño que se causa a los suelos es de la misma magnitud que el que se causa al agua y al aire, aunque en realidad algunas veces es menos evidente para nosotros; sin embargo, es importante conocer los lugares donde es más probable que se contamine el suelo. Algunos de estos sitios son los parques industriales, los basureros municipales, las zonas urbanas muy pobladas y los depósitos de químicos, combustibles y aceites, etc., sin dejar de mencionar las zonas agrícolas donde se utilizan los fertilizantes o pesticidas de manera excesiva.
Dentro de los contaminantes de suelos se encuentran los residuos antropogénicos, cuyo origen puede ser doméstico, industrial, de hospitales o de laboratorios. Independientemente de su origen, los residuos pueden ser peligrosos o no peligrosos.
Los peligrosos son aquellos que por sus características corrosivas, reactivas, explosivas, tóxicas, inflamables o biológicas, representan un riesgo para la salud de las personas y el ambiente, mientras que los residuos no peligrosos se denominan residuos sólidos.
Los residuos sólidos pueden ser clasificados como degradables o no degradables, considerándose un residuo degradable aquel que es factible de descomponerse físicamente; por el contrario, los no degradables permanecen sin cambio durante periodos muy grandes.
Tipos de suelos:

  • Suelos azonales: corresponden a suelos inmaduros, que se encuentran en las primeras etapas de su desarrollo por no haber actuado los factores edafogenticos durante el tiempo suficiente (aclimácicos), en los que los caracteres predominantes son los debidos al tipo de roca madre. Son los presentes por ejemplo sobre sedimentos recientes (alóctonos), desiertos, suelos helados. Escaso o nulo desarrollo y diferenciación de horizontes.
  • Suelos intrazonales: son los desarrollados bajo condiciones en que predominan los factores edafogenéticos pasivos, como roca madre, pendiente, acción humana,… Son suelos aclimáticos, ya que el factor clima no es determinante en su formación, y ( climácicos).
  • Suelos zonales: desarrollados bajo la acción de los factores activos de formación del suelo, en especial el clima, durante el tiempo suficiente. Son, por tanto, climácicos y climáticos. Se trata de suelos Existen numerosos sistemas de clasificación, entre los que hay que destacar:
Trasvase: conducción de aguas de un río a otro dentro de una misma cuenca, en la misma vertiente o entre vertientes diferentes para aprovisionar de agua de regadío, industrial o potable al río receptor.