sábado, 14 de diciembre de 2013

LOS MOVIMIENTOS OBREROS



La introducción de las máquinas en los procesos de producción plantea nuevos problemas a los que hay que dar soluciones desconocidas hasta entonces, pues modifica sustancialmente las relaciones sociales y modifica profundamente las estructuras de intercambio económico. Tres de los problemas más destacables serán: a) la plétora de mano de obra con salarios bajos y paro en situación de desprotección absoluta, con horarios excesivos, sueldos bajos, abuso laboral hacia mujeres y niños que haciendo lo mismo cobran la mitad o un tercio del trabajo de un hombre; b) fábricas carentes de higiene y medidas de seguridad laboral; c)  hacinamiento de masas en suburbios en casas sin ventilación y sin servicios… Todo ello lleva a la deshumanización del trabajo industrial que cosifica al ser humano como un medio de producción más desdeñando cualquier referente humanitario hacia los trabajadores por parte del empresario o capitalista.
El paso de la manufactura a la máquina estuvo inevitablemente ligado al aumento de la jornada laboral y a la adecuación del obrero a la máquina, descalificando su valía laboral.
Contra esta situación, el proletariado inglés, como primer foco de desarrollo industrial se organiza en sus inicios de tres formas diferentes: a) La corriente radical, dirigida por Place, quien canaliza un programa la acción en torno a un programa político, que no renuncia a los cambios desde la propia política y no discute la esencia del capitalismo; b) el sindicalismo espontáneo y autoorganizado, local y sectorial que tiene reivindicaciones concretas y no parámetros objetivos ni generalistas; c) las reacciones mecanoclastas, los luditas, que toman su nombre del imagionario popular que hace referencia al Capitán Ludd, Ned Ludd, de dudosa existencia y procedencia, reaccionan contra las máquinas, siendo muy activos desde 1810 hasta 1820, tomando cartas en el asunto el Parlamento británico para frenar las continuas destrucciones y castigarlas incluso con la vida en una defensa a ultranza del nuevo modelo capitalista (otro ejemplo de “no intervención” del Estado).
La situación del proletariado británico, pionero de la revolución industrial, era paupérria y las reivindicaciones laborales se veían frustradas por las Conbinatio Laws que consideraban los grupos sindicales como elementos sediciosos y antigubernamentales.
En 1824 Francis Place consigue que se se legalicen las asociacines obreras que ya ses estaban gestando en la ilegalidad, las Trade Unions. Se multiplicaron las huelgas y John Doherty organiza la Unión General del Reino Unido agrupando a los sindicatos e oficios, lanzando un rotativo, La voz del pueblo, que lanzaba 30.000 ejemplares. Lsa vuelta a la ilegalidad del sindicalismo hace que pierdan fuerza hasta ser absorbidos por los sindicalismo científicos.
EL MOVIMIENTO CARTISTA
En los años treinta del siglo XIX los objetivos pasan de ser meramente sindicales para lanzar propuestas políticas. Entre sus líderes destaca O’Connor que reclamaba la intervención del Estado en la economía con una legislación que protegiera al trabajador, enarbolando la bandera de la democracia, llegando a reclamar por parte de Lovett el sufragio universal. Tras la decepción de la ley electoral de 1832 un grupo de artesanos londinense desencadenan una campaña en favor del sufragio universal. En 1838 Lovett y Place redactan la Carta del Pueblo al parlamento británico, donde se incluyem ñas siguientes reivindicaciones políticas: a) sufragio universal masculino; b) renovación anual del parlamento; c) escrutinio secreto; d) inmunidad parlamentaria; e) circunscripciones electorales iguales; f) sueldo para los diputados... una tendencia más dura convoca huelgas violentas y mítines para concienciar a la masa. En 1842 el parlamento rechaza las aspiraciones de los cartistas. Tras la revolución de1848 cobran fuerza, pero en los años 50 desaparece paulatinamente a la vez que desaparece el sustrato social que lo sustenta, los artesanos de los viejos oficios.
LOS SOCIALISMO UTÓPICOS
Se propagan en un periodo de transición antes de la consolidación de las grandes estructuras industriales y antes de que la clase obrera constituya un todo homogéneo. Prefieren la evolución a la revolución y los medios pacíficos a los violentos Centran el cambio en la aceptación progresiva de la burguesía en sus aspiraciones, prestan más atención al proyecto que a los medios y tienen en algunos casos vocación mesiánica. No proyectan grandes estructuras obreras si no más bien sociedades fraternales en alternativas que no llegan a adquirir el éxito que pensaban tener.
Robert Owen: industrial lanero sentó las bases del socialismo utópico. Creador en su fábrica de New Lannark, de alojamientos para obreros, con jardines, economatos, comedores y escuelas, su fama en vida fue muy superior a la de otros socialistas utópicos. En Estados Unidos, New Harmony, creó infructuosamente un modelo de propiedad común de los medios de producción. Más famosas fueron sus relaciones con Doherty en la campaña en favor de las 8 horas y su colaboración para la integración de los pequeños sindicatos en la Great Trade Union, que en pocas semanas alcanzó los 500.000 miembros. Lo que alarmó al gobierno y provocó su ilegalización.
Saint Simon: postula el bienestar para el mayor número posible antes que el beneficio particular, pero indica que la sociedad debe estar regida por élites de hombres selectos y preparados independientemente de sus extracción social.
Fourier: ensayço los falansterios, compuestos por 1620 individuos de ambos sexos y heterogénea preparación y origen. El trabajo se convertiría en un placer porque dependería del gusto de cada uno y se podría cambiar de actividad varias veces incluso al día. Persiste la propiedad privada y el derecho de herencia. Los beneficios de la explotación se reparten a partes iguales. Llegaron a funcionar en Estados Unidos, Francia, Rusia, Inglaterra y España (Cádiz) pero acabarán desapareciendo.
Cabet: que en 1842 publica Viaje a Icaria defiende una sociedad regulada por el sufragio universal con asamblea popular. Se suprime la propiedad privada, se socializan las materias primas y medios de producción y se pretende acabar con el comercio especulativo. Los funcionarios se eligen por concurso.
Proudhon: encasillable en el anarquismo, indica que la libertad y la igualdad se deben alcanzar sin sacrificio de ninguna de ellas. Sus apelaciones a la solidaridad se resuleven en el campo político en el Federalismo y en el plano social en el Mutualismo.
Luis Blanc: creador de los Talleres Nacionales y defensor del derecho al trabajo.
Adolfo Blanquí: influido por los carbonarios y otras sociedades secretas. Defiende la insurrección como medio único de transformación social.
EL MARXISMO
El pensamiento socialista alcanza su máximo teórico con un pensador controvertido como Karl Marx. Muchos campos del saber se modifican tras el análisis del pensador alemán. El método marxista, la dialéctica, es el estudio de las contradicciones que engendran os modelos económicos en los políticos y sociales a lo largo de la historia. Estable varios periodos para la historia, la sociedad esclavista, la feudovasallática y la capitalista, que en todo caso suponen la opresión de una gran masa social en favor de una minorías que controlan los resortes del poder y los medios de producción. Para Marx debe haber cuatro fases que establezcan el hundimiento del capitalismo y sus sustitución por el Cmunismo. En sus libros el manifiesto Comunista y el Capital describe las cuatro fases revolucionarias y las características de su ideología. Las fases son: a) toma de concienca de clase proletaria, donde se deben crear casas del pueblo, sindicatos y partidos y participar de la vida política para llegar al poder si fuera posible por la política sin renunciar a la revolución; b) la lucha de clases, principal motor de la revolución proletaria que puede realizarse a través de las armas o por las urnas; c) La dictadura del proletariado que elimine cualquier vestigio de la sociedad burguesa o precedente a la ella y establezca nuevos parámetros, políticos, sociales, culturales y mentales en pro de la clase obrera mayoritaria; d) por último la sociedad sin estado o Comunismo donde están socialidos los medios de producción y la plusvalía o no existe o se socializa.
Para marx el verdadero elemento que supone el el engaño al trabajador es la plusvalía. El valor de una mercancía depende del trabajo realizado para su producción, es decir el coste económico, físico y bhumano. Para Marx el más importante es el humano, pues la fuerza de trabajo de un obrero es lo que determina el verdadero motor productivo. La plusvalía es la diferencia entre el coste de producción y el beneficio, esa diferencia o plusvalía se la queda exclusivamente el empresario burgués y para Marx es la materialización de un trabajo no pagado. Es decir, esa plusvalía hay que repartirla entre empresario y trabajadores.
EL ANARQUISMO
Se trata de una ideología atemporal y supraclasista que trasciende la lucha contra el capital y se opone al liberalismo económico en la misma medida que al nacionalismo.
Se distingue de otros movimientos obreros y sociales por su repugnancia y rechao a participar del juego político, interpretado como instrumento ideado por las clases dirigentes para controlar a la masa social en beneficio propio.
Sus postulados no dejan claros si los medios de producción deben ser socializados, aunque defiende que es la manera más justa, sin embargo se detiene en el madio más que en el fin. Aboga por la autoorganización obrera, en sindicatos y gestión empresarial, de manera asamblearia y horizontal rechazando cualquier jerarquización o delegación de cuto de poder en una persona de manera permanente y prolongada, tratando de que las instituciones supongan un instrumento para la lucha y no un fin en si mismo. Defiende la acción directa a través de tres ámbitos, la educación en pro de la libertad o libertaria, la acción social y obrera y por último la propaganda por el hecho o devolución de las agresiones y violencia contra la clase popular u obrera a través de las armas en asesinatos selectivos de dirigentes políticos. Es la primera ideología que defiende la absoluta igualdad entre hombres y mujeres y defiende el ateísmo social, relegando al ámbito privado la religión. Respecto a las naciones las deplora tanto en cuanto sus aspiraciones se centren en la creación de un Estado que suponga el control de una clase sobre otra. En este sentido se defienden las culturas y se rechazan las naciones. Defienden la revolución campesina y obrera, la desaparición de los ejército la libre federación de colectivos en pro de un beneficio único y social. Creen en la propiedad privada pero no exclusiva. Es decir, en el beneficio social por encima del personal. Si el beneficio personal se opone al interés social prima siempre el interés social.
Sus principales representantes son Bakunin, Malatesta, Reclus, Godwin, Stirner, Kropotkin, Anselmo Lorenzo, Salvador Seguí, Cipriano Mera o Buenaventura Durruti.
LA I Y II AIT ASOCIACIÓN INTERNACIONAL DE TRABAJADORES
La toma de conciencia de los problemas que afligían al proletariado en todas las naciones industriales suscita la necesidad de una organización que encauce la movilización de un obrerismo internacional, europeo. La revolución de 1848 abre los ojos a un movimiento obrero que ya no cree en el republicanismo como medio de lucha por sus derechos, deberes e intereses. El primer encuentro estuvo promovido por la masonería que agrupa intereses de obreros de diferentes estados, quienes crean un comité organizador que actúa desde verano de 1863.
El 28 de septiembre se reúnen en Saints-Martins Hall tradeunionistas británicos, proudhonianos franceses, miembros de la asociación de trabajadores alemanes y emigrados polacos,húngaros, italianos, rusos... Desde el punto de vista ideológico se distinguen desde cartistas y tradeunionistas, socialista de toda clase, proudhonianos, pero dos figuras se convierten en los grandes referentes, Bakunin y Marx. Marx insiste en la idea de que serán los propios trabajadores los que se liberen del yugo de la opresión marxista y que éstos mismo obreros no pueden ser indiferentes a la toma del poder.
Los tradeunionistas confiaban en la huelga, los proudhonianos en la evolución pacífica y gradual, marz defiende la acción política y Bakinin rechaza participar de la política.
Se acuerda la celebración de un congreso anual. En el de Ginebra de 1866 se inclinan por el fomento del mutualismo de Proudhon. Al año siguiente en Lausana el enfrentamiento entre pacifistas proudhonianos y marxistas era evidente.
Finalmente el choque entre los estatalista marxistas y los anarquistas era inevitable por la discrepancia que existe en la entrada en el juego político y la fase de dictadura del proletariado que rechaza de plano el anarquismo.
En congreso de la Haya de 1872 supone el triunfo de los marxistas que expulsan a los anarquistas.
En 1889 se constituye la Segunda Internacional donde la influencia de Marx es constante. En esta segunda fase internacionalista se respetan las opciones de las distintas naciones, sucumbiendo a la nacionalización del socialismo frente al internacionalismo anarquista y se aceptan la pluralidad de tácticas. En los siguientes congresos los anarquistas vuelven a quedar fuera pues se rechaza la participación de aquellos grupos que rechazan la participación política. Las respuestas pusilánimes y de consenso de mínimos frente al colonialismo y la tensión internacional hacen que el socialismo en vísperas de la primera gran conflagración mundial se postule en favor de cada país en lugar de defender el intenacionalismo obrero, defienda la nación frente a la clase, traicione los principios que la sustentan y adopte nuevas formas de socialismo como la socialdemocracia que rechaza el acceso al poder mediante la revolución.